Agua y Cristo, dadores de vida.

Agua y Cristo, dadores de vida.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Esbozo de un sueño

Venecia, ciudad de cuentos emerge del fondo del mar. Despiertan sus habitantes, suenan las campanas de San Marcos y de pronto, un trueno que no es. Es el choque de una barca cargada de gente que golpea contra el muelle y su barquero es Caronte que grita:
-¡"Guay, maldita gente"!
Es que Venecia ha muerto y sus habitantes... sólo se dejan conducir.
Las campanas salpican el agua que aún les queda sin sonidos.
Un canto dulce y suave conduce una góndola de único remo, con dos amantes arriba. Le siguen atrás, dos bellas góndolas con dos enamorados cada una.... Son los únicos seres vivos del lugar.

El espejo ya no me quiere

-El espejo ya no me quiere. Dijo de repente Doña Marga.
Así la conocían en el pueblo, "Doña Marga", Ella vivía de noche, atendía el bar hasta que el último cliente se retiraba.
A las seis de la tarde empezaba su intensa vida maquillándose la cara, poniéndose pestañas postizas también  recogía su cabello y dejaba caer un poco de rojas mechas sobre el hombro y otro poco de cabello  sobre la espalda provocando así la mirada de los hombres. Los zapatos de tacones los ponía al final.
 Antes de  tomar el bolso para dirigirse al trabajo y apenas llegaba al bar, hacia siempre el mismo ritual, se miraba al espejo complacida donde encontraba esa seguridad que le permitía enfrentar a los desconocidos .
Los años habían pasado y el espejo ahora la dejaba inquieta, intranquila e insegura. Ya no era la " "Margarita" o "Margot" como entonces la llamaban, hoy es para todos: "Doña Marga".
Cuando le preguntan
-¿Cómo estás? Ella responde:
-Y...¿ Cómo voy a estar si el espejo ya no me quiere?

MADRE TERESA DE CALCUTA

MADRE TERESA DE CALCUTA