Agua y Cristo, dadores de vida.

Agua y Cristo, dadores de vida.

jueves, 24 de mayo de 2012

LA VALIJA

Velados los ojos por el llanto, caminó cabizbajo directo a la estación con una valija insignificante donde llevaba algo para el aseo, unos documentos, unas pocas fotos, un abrigo y un pijama, también había adentro una carta sin abrir y dos pares de medias, porque Guillermo traspira los pies, se diría que sus pies también lloran y cuando los pies lloran, la respuesta está en sus raíces, como son los pies, raíces,   nunca he pensado en pies alados, mas bien en pies raíces. Yo tenía un vecino que se compraba el calzado con un reborde, cuanto mas ancho mejor decía que él, que volaba con sus pies y en cambio la esposa, mi vecina, señalaba eso como algo loco, arrastraba los pies al caminar y ella no llegó nunca a nada, hasta se murió joven. Por eso, como Guillermo llora hoy por los ojos y por los pies, pienso que llora a sus padres, ellos lo criaron un poco rebelde y esa rebeldía lo acusa a él de desamor y por eso, parte con su valija insignificante como él, es que su confusión ante la derrota amorosa, "la niebla se instaló en sus ojos para no verme nunca mas". El dice que perdió, yo digo que no ganó nada, mas bien se ha congelado, si a él se le nieblan los ojos, a mí se me desprenden cristales mínimos, tan mínimos como son los copos de nieve, que caen de las nubes y a mi alrededor será todo blanco, cubrirá lo que antes era todo verde incluso, dándole mas vigor y se ocultará para mi por un tiempo. Cuando los copos y sus cristales se derritan, como año tras año, volverá todo  a su forma verde.
Cuando abra la carta, la que lleva en la valija, será una sorpresa, -sí- adentro he colocado el dibujo de un corazón, porque verás amigo lector, dentro de la valija, también se lleva mi amor.  







EL PIANISTA


Distraído entre densas nubes pesimistas, el músico escapaba de su asiento buscando una nota entre sus dedos y el teclado, se diría que ni oía ni escuchaba. Las pocas luces que lo iluminaban parecían traspasarlo de tristeza. El  músico tocaba sus melodías a la medianoche, en un bar del gigante crucero, un trabajo solitario envuelto en el humo malicioso del cigarrillo y el murmullo de  los insomnes que, no pudiendo dormir, estiran la noche hasta que termina la hora del pianista.
Ignorado en un rincón del bar y frente a su piano, lo que para otros era ése un placentero trabajo, para él ese día, era una pesada faena.
De niño andaba incansable tras las notas melodiosas y su observador padre lo anotó en la academia sorprendiendo a mas de uno por su facilidad para las notas musicales. De tez pálida e insaciable entusiasmo por la música, no le preocupaba la vejez mas sí, la ausencia de quien le prodigaba amor y cuidados hasta hace poco, su esposa. Lo dejó un día, perdida entre los laberintos de la memoria y…  recordando….las teclas se le nublaron como se nublan los ojos cuando lloran o como  niebla  que esconde los colores y las formas y en el medio se asomaba el recuerdo de un rostro que lo mira sin entender, desde tan lejos. El pianista, animicamente debilitado, levantó sus manos del teclado interrumpiendo la melodía, junto a él revoloteaban con suavidad de brisa unos ángeles  dorados salidos del interior del piano y ...con un vértigo interior se dirigió a la puerta, la abrió y su intensión de sucumbir en ahogado llanto, se quebró ante la oscuridad del mar, extraño espejo del alma cuando nos sentimos derrotados. Esperó solo unas horas, esperó el amanecer. Nadie notó su ausencia.

AFICHES

     

Las gotas del rocío del amanecer, el silencio de las calles, el frío del invierno, el sudor de los que duermen armaban un escenario ideal para pegar afiches de propaganda. La última vez, había salido con el sol y una señora calzada en pantuflas y con escoba, con su viva voz me alcanzó y el susto hizo caer el engomado sobre mis zapatillas, volví furioso, pegoteado, sabiendo que jamás recuperaría el calzado. Ahora la ciudad duerme, camino solo, me aseguro llevar bien cerrado el tacho, miro a todas partes, ya he elegido las paredes de antemano y sintiéndome como un delincuente, abro mi lata, engomo la pared y luego aliso, vuelvo a mirar el engomado y el reloj. Me queda poco tiempo y ahora comienzan los agoreros chillidos de las aves y parece que denunciaran mi actitud y eso me sobrecoge. Hago girar el rodillo nuevamente, esta vez estoy compitiendo con el cartel del negocio, mi papel tiene mas atracción por la audacia de la modelo, hasta me enturbia el cerebro, me hace susurros en la oreja. Pasa un auto, me toca bocina y como soy algo intranquilo, me sobresalto. Ya me queda un solo afiche y he decidido pegarlo en la casa del cuñado de mi jefe, ¡ese¡ que me insultó en la esquina, cuando queriendo limpiarle el vidrio de su auto me dijo: ¡andá pegá cartelitos¡…....



martes, 15 de mayo de 2012

LA PALABRA

La palabra tiene una determinación,
bajar una noche a tu alma,
deberá atravesar
tu cielo cubierto de nubes y brumas
y en mi lento carro alado,
llegar a tu corazón.
Puede que al decir,
se rompan las ruedas en tu silencio,
mas la palabra justa se alzará victoriosa
y en tu espacio mas íntimo,
temblará y vibrará mi vida y la tuya.
Es que  la palabra llena de bondad
alegra la vida, disipa la noche,
trae consigo la calma y
tiene alas para seguir.

SUSURROS

Le murmuraba al oído y le susurraba palabras atrevidas para ella; La joven aun niña, acostumbrada al mimo de sus progenitores, esa brisa nueva le aumentaba su ego, le inflamaba la estima y una corriente distinta corrió por su lozana piel. Abrigada en ese calor y venciendo al crepúsculo, con un plácido sopor por sus miembros, se abrazó al joven muchacho y entre besos, los alcanzó la noche.
- Te verán los seres del bosque, los dueños del encanto juvenil- Propuso él protegiéndola, dándole la última posibilidad del no y aún así inflamada en vivo ardor, sería pronto una madre joven.
La noticia entró en la casa con vientos encontrados, por un lado el padre dando rienda suelta a su dolor, haría trizas su vaso de cristal contra el ventanal si no fuera que su protegida, su hija, se pusiera frente a la ventana; Se sintió perdido, era demasiado tarde y en su mansión de llanto invisible abrazó a su hija auyentando de sí, la furia que lo dominaba. Cayó sin fuerzas al piso, era tarde, su vida no volvería.

jueves, 10 de mayo de 2012

ARCO IRIS

Aunque había cesado de llover, las aguas crecieron y cubrieron la tierra, sólo el arca de Noé navegaba sin otro rumbo mas que el de las estrellas. Pasaba frente al reducido mundo, la Osa seguida del Dragón y también la otra Osa, aunque menor, señalaba con su estrella el polo norte al navegante y su familia.
 La angustia de la noche aumentaba con las tinieblas de la aurora, Noé, lloraba escondido entre sus rezos suplicantes por la certeza de un posible desastre.
Hubo un día en que  Dios, conmovido, habló con Noé dibujando para él un arco iris en el cielo. Ante sus ojos se presentaba el primer milagro de la humanidad, una alianza celestial, de colores, símbolo de promesa divina, un arco en las nubes, una señal alegre de Dios de siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde y tres variedades de azul (azul, añil, violeta). Desde entonces, se renueva el milagro después de la lluvia sobre el campo, la montaña o el mar y para algunos pocos.....poquitos, es promesa de buenos augurios, el doble arco iris.

MOTOQUERO


Echó un vistazo a la carrocería de su moto toda plateada, eran sus líneas unos leves trazos.  El  eje oblícuo nacía desde la rueda trasera hasta la robusta horquilla del manubrio y sobre el otro eje, el guardabarro delantero flotaba alejado de la rueda dándole un aire mas liviano, las llantas de aluminio se agarraban con formas de fuertes raíces en las cubiertas de las gomas.
Su dueño embelezado, se subió, puso el contacto y le dio arranque, aseguró su casco, encendió la potente luz y salió como cada noche a hilar con rayos de luna la ilusión de ser brisa, es que la paciencia del que hila no tiene comparación con nada….el mundo estaría desnudo sin las hilanderas y el mundo del motoquero se deshilacharía  si no henebrara con su fina y ruidosa aguja los hilos de su libertad.


9 de Mayo de 2012

MADRE TERESA DE CALCUTA

MADRE TERESA DE CALCUTA