Agua y Cristo, dadores de vida.

Agua y Cristo, dadores de vida.

jueves, 20 de enero de 2011

HYBRIS, apasionamiento

Una empleada de la casa de familia, muerta de curiosidad por saberlo todo, ha instigado a su patrona a que le cuente y al hacerlo, ha querido resolver el mal de amores que la aqueja  inventando soluciones mágicas, prometiendo además, guardar el secreto debajo de su lengua; pero pronto el secreto se le ha caído, todo se ha sabido y cada oreja que ha escuchado lo ha condimentado con mas detalles, de tal forma que el secreto que era sólo de la patrona, ahora es de todo el entorno y ha dado a luz, cual sentimiento mal parido a otro secreto: "las magias y pócimas de la empleada".
A tal punto ha ido el secreto a parar, que ya no lo es, sino que además,  el engaño ha pasado ha ser una traición. La empleada lo niega, la dueña del secreto, la patrona, por esos motivos ha enloquecido y el objeto de la pasión ha quedado manchado. El pobre infeliz, no sabe que de él está enamorada su madrastra, como hombre de honor que es, ha resuelto cerrar su boca, pero su padre ha resuelto romperlo en mil pedazos.
-¿Que tenemos en vez de un secreto bien guardado?-Tenemos una locura, una mentira, una injusticia, un arrepentimiento y una desdicha.

Los griegos condenaron con severidad el apasionamiento, la HYBRIS. Euripides en su tragedia " Hipólito " muestra la reacción de las diferentes personas ante el secreto descubierto.

Fedra, la patrona, tiene una intensa angustia, la reacción, es el suicidio.
Nodrisa, la doméstica, tiene un intenso miedo, la reacción, es la mentira.
Teseo, el esposo de Fedra y padre de Hipólito, tiene intensas dudas, la reacción es la equivocación.
Hipólito, el personaje heroico del drama, puro, altruista, incapaz de traicionar la palabra dada, fiel no sólo a la palabra empeñada, sino al mandato de los dioses y al de su padre que decide expulsarlo la reacción, es "Huir".
 El destino resuelve trágicamente, y toda la verdad ha quedado a la vista.
 ¿Guardar o no un secreto?


lunes, 17 de enero de 2011

Hermanos verdaderos.

Marieta y su hermano Jorge, llenaban casi toda la recepción del hotel Aguila Real de Génova, era imposible no verlos, traian como seis enormes valijas además de los bolsitos de mano. Ellos, ocupaban los dos sillones mas grandes del hall debido a que ambos tienen de un físico importante, vienen del interior de Argentina, les gusta comer, lo comprobé en el crucero, según ellos, desayunan apenas una mandarina, pero no sé... tengo mis dudas.
Jorge no quitaba los ojos de las valijas y Marieta charlaba con todos, una mujer encantadora, movía sus cabellos largos y siempre los estaba quitando de su cara. En el crucero nos volvimos a encontrar, la pregunta clásica, la pregunta que sale sin pensar, como un lenguaje protocolar le dije así.
 -¿Cómo estas Marieta? ...y nomás fue tirar esa pregunta al aire para que chocaran contra un corazón herido. Ahí estaba Marieta, me pareció una niña desamparada que toma la mano del hermano con la naturalidad que da el querer bien y sin conflicto, ese sólo detalle ya atrapó toda mi atención. Sus ojos vivarachos estaban llenos de lágrimas y no pudo dejar de hablar de su amado esposo que había muerto hacía dos años. Con él y su hermano, habían disfrutado estando todavía sano, un crucero inolvidable; Después, el dolor, la venta de la casa familiar y todo ese desarraigo, con sesenta años, parecía una jugada inesperada del destino; Yo que escuchaba cada palabra y resonaban en mí con gran fuerza, como si cada palabra fuera una gota de agua que cae desde arriba y hace mucho ruido al llegar, así yo escuchaba mientras trataba de llevarla suavemente hacia otro lado para que mi esposo no escuchara, pues él había sido tratado de un cáncer con éxito hacía cinco años. Mi persona como si nada, por eso, ella se explayaba en sus recuerdos, sin saber lo que en mí sucedía.
Unos días después los vi con un grupo ocasional y me acerqué pues había un libro sobre el que discutían, un libro de auto ayuda, ahí conocí la faceta que Marieta  sea quien es dijo:
-" Yo no puedo pensar que la mente por sí sola todo lo resuelva, en mi vida he aceptado los designios de Dios y también sé que sin la fuerza de su Presencia en mí y la comunión yo con mi mente solamente, no puedo vivir". Con esas palabras tan sencillas fue como decir: !Dios decide muchas cosa por nosotros y yo respeto, agradezco y confío! Esas palabras simplificaron todo lo que por ese corazón había pasado.

Transcurrieron los días y Jorge, se enamoró de una mujer de su edad, y yo que no no puedo callarme dije.-"Que bueno", me alegro por ti.¿Eres casado?-agregué.
Se agarró del sillón donde estaba apoyado y me contestó:-!Sí! y vos ¿Que pensás?
-Yo no sé tu historia, pero se resuelve con un divorcio, se aclaran las cosas hablando con los hijos y siendo como somos adultos todo es mas fácil.
-Mi esposa está hace treinta años enferma, es un pajarito, yo cuido de ella y ésta es la primera vez que me animo con una mujer. Comentó
Mi corazón me dió un vuelco, sentía que el aliento no me alcanzaba, pero sí una comprensión infinita. Ya no era una hermana, eran dos hermanitos, uno sosteniendo al otro arriba de un crucero, creo que tanta pena no cabía allí adentro, yo me iba fundiendo en el piso y ya no me quedaban fuerzas para llegar al camarote.

-¿A dónde puede ir alguien a ahogar tanta pena?- me pregunté y salí a cubierta, y vi el mar y la noche, y vi que de noche no hay horizonte, pero que si te levantas temprano, la luz del sol lo aclara todo y el brillo del mar te deslumbra, y a medida que pasa el día, el cielo y el mar cambian de color, y así es la vida, sólo hay que esperar que amanezca.

sábado, 1 de enero de 2011

El cazador y su mujer

-!Oh, ahí llegan! Son el matrimonio de quien te hablé.
-¿Cuál, el de Bariloche? -contestó.
-!Sí¡ el cazador y su mujer-
-!Gua,.. qué título para un libro! me dijo.
Se sentaron a la mesa, y quedaron el señor frente a mí y la señora a mi lado; Era sin duda un personaje dado que su cabello lucía con sus setenta años como el de un joven rebelde de quince. Sus ojos parecían los vivarachos ojos de mi nieto que esperan que adivinen que quiere,y, la sonrisa sin edad. El matrimonio lucía increiblemente sano y a medida que hablaban, él relataba la huida de Europa post guerra, el fallecimiento en forma violenta de sus hermanos, la vida del padre y así, de pronto...habló de la caza de animales salvajes como hobby, del carácter agresivo de su personalidad, me costaba descifrarlo por el comentario de su mujer:
-A mi alguien me tienen que comprender- dijo.
Y claro.....es como estar al lado de un pintor y ver como se va creando el cuadro, oirle contar sobre el color y el tema, es curioso pues lo que ven los ojos de un pintor, no lo ve nadie, como el que escucha la música dentro de su cabeza, y luego la escribe, nadie entiende,..-!!!Hay que estar¡¡¡- Hay que estar al lado de alguien que ve u oye lo que otros no ven.
Todavía existen seres auténticos, seres que desafían todas las reglas superadas, seres que pagan fortunas por hacer algo tan elemental como la caza.
Contó que jamás tira con su arma a un animal distraído, tira sólo si se ve amenazado.
Hay un mal que no se cura, pues no se deja ver y queda expuesto frente a todos con el gran remedio de la locura, algo inofensivo como el color y el sonido, puede ser tan violento como un disparo, atraviesa el tiempo y se llama pintura o música, ¡GUA!!!....no es lo mismo leer un libro, que compartir toda la expresión corporal de quien cuenta. Apagar la música era mas fácil que seguir escuchando, la piel se me erizaba al imaginar el animal frente a un hombre cazador.
Contaba su esposa que ella jamás había usado un arma, pero...lo acompañaba, y estaban ahí, como si nada, y...el crucero quizás, estaba lleno de gente muy cruel y uno no sabe.
Y de pronto le pregunté por su padre y madre, y el relato siempre coincide, el sufrimiento del desarraigo que cala hondo, y aunque el cazador no lo acepte, la tristeza lo supera, y como el mejor de los pintores, busca la esencia, lo mágico del instinto- !Que pena que el cazador no sea un pintor, eso que si no atrapa, se escapa!

MADRE TERESA DE CALCUTA

MADRE TERESA DE CALCUTA