La luna tiene su determinación, bajar una noche al lago, para eso, deberá arrimarse a la tierra de manera guerrera atravesando las desafiantes nubes y sobre su lento carro de alados caballos, no romper las ruedas cuando se acerque a las montañas que cuidan del generoso lago y.... si la destrozan los árboles de gran porte, será un desafío recoger sus pedazos y tomar altura.
Mas la magnánima luna saldrá victoriosa, se bañará en el lago, y cuando lo haga, se rizarán las aguas temblorosas de tan exquisita dama, algo eléctrico encenderá el lago en toda su esplendor, es que la luna con su buena voluntad, solo trae la paz a la noche, da vida al bosque, y en su lujuria, todos nos bañamos con ella.
te encuentro de casualidad.
ResponderEliminares magnífico tu relato.Adela