Agua y Cristo, dadores de vida.

Agua y Cristo, dadores de vida.

sábado, 18 de agosto de 2018


Interpretación de la La Divina Comedia - Dante Alighieri


Expediente Nº 52322156
Impreso en Argentina

Prólogo

La Divina Comedia,  mi libro de estudio de la escuela secundaria, quedó guardado en la biblioteca de mi hogar hasta que la casa fue desarmada.
El libro viajó a mi biblioteca actual. Recordé al abrirlo cómo la profesora de literatura nos hacía contar los versos endecasílabos y con un lápiz adolescente quedaron marcados hasta hoy. ¿Qué sucedió después? No paré, ni paro de leerlo con diccionario, Biblia, libros de mitología y otros glosarios  a mi alrededor.
Decir cuántas veces leí los capítulos para poder escribir lo escrito, no sé pero mínimo tres, cuatro ó más veces. No hay como escribir lo leído para saber hasta dónde uno entendió. Para una mente brillante es fácil, yo personalmente aprecio
mucho mi trabajo porque me ha costado comprender, no ha sido fácil encontrar las palabras. Recobrar un destino de lectora conciente me obligó a este esfuerzo.
No puedo sino plasmar aquí mi admiración a Dante Alighieri, un hombre privilegiado en el conocimiento del alma humana que sabe que eso es el hombre, un alma que busca pasar por este mundo con diferentes ideales, el de "él", el más alto. ¡La poesía de vivir!
Encontrará el lector al principio, un cuento con final abierto.  Le llamé “El pensador del andén” a modo de introducción a este libro pero que nada tiene que ver con la Divina Comedia.

Silvia Frontera 



El Pensador del andén
Un hombre joven, sentado en un banco del andén del subte, con el cuerpo inclinado, algo tenso e inmóvil, leía un libro apoyado sobre las rodillas cuando me vino al instante la figura de El Pensador de Rodin. Vestido a la usanza porteña, sobre su cabeza como extraña casualidad, estaba el mapa  de la red subterránea que ilusionaba en mí sus neuronas… Llegó el subte y no se movió, yo tampoco, es que pocas veces se ven figuras humanas inmóviles que emanan la fuerza interior del pensamiento. El siguiente subte lo despabiló, cerró su libro y yo fui tras él.
El joven bajó en Plaza Italia, en la plaza de los libros usados y se encaminó hacia el primer banco libre, allí  volvió el hombre estatua a leer su libro al sol. Por entre sus labios no pasaba una moneda o el libro parecía ser muy interesante o se fundía en las letras el nudo de su vida. Yo que lo observaba de cerca, no le quitaba los ojos de encima, hasta que de pronto…, se puso de pie como de un salto y el libro resbaló abierto sobre el banco. Luego caminó en forma ligera. Me acerqué al libro, la página tenia unas letras en negrita y pude advertir al leer decía así: "Tu sombra soy, si me dejas, ojos de hielo tendrás".
—¿Ahora, qué hago?— me pregunté.
 Piedra de sapo fui. Las palabras soltaban escalofríos. Continué leyendo y en pocas páginas encontré unas instrucciones.
«Entrarás en la primera biblioteca, pedirás por el libro gemelo "Piedras plutónicas" y me acomodarás a su lado».
Corrí a buscar al dueño del libro, lo alcancé jadeando, mas cuando vio el libro palideció.
—Puede usted quedárselo— me dijo. Mas
 yo con desesperación le comenté lo leído.
—Haga usted lo que el libro dice — me contestó.
Sin más, entré en la primera biblioteca, pregunté  por "Piedras Plutónicas" y la bibliotecaria me dijo:
—Espero la llegada de este libro hace años. Estos dos libros son como las "Puertas del infierno" de Rodin uno, y como las "Puertas del paraíso" de Ghiberti el otro; después de leerlos con profundidad, en la oscuridad o a la luz, hay una decisión que viene del pensar… Uno debe elegir por uno de los dos, el que dice en negrita: "Tu sombra soy, si me dejas ojos de hielo tendrás" que alude a las puertas del infierno o el que dice "Tu luz soy, si me sigues ojos cristalinos tendrás" que se refiere a las puertas del paraíso.
Suspiré profundamente y me pregunté: -¿Cuál puerta se abrirá para mi?-
Y así se sucedieron mis días donde, como la Beatriz del Dante, el pensamiento me invitó a escudriñar las páginas de la Divina Comedia en busca de la Libertad, esa que una vez encontrada, en un instante, a sólo un paso, podría acercarme a la Felicidad.
Espero, amigo lector, que la síntesis que hago sobre cada capítulo de la Divina Comedia pueda entusiasmarlo a Usted a leer al Dante con la admiración que yo le prodigo




PRIMERA PARTE: EL INFIERNO
Índice
1-   Proemio del infierno.
2-   Vestíbulo.
3-   Limbo. (Círculo primero)
4-   Lujuria. (Círculo segundo)
5-   Gula. (Círculo tercero)
6-   Avaricia y prodigalidad. (Círculo cuarto)
7-   Ira. (Círculo quinto)
8-   Herejes. (Círculo sexto)
9-   Violencia (Círculo séptimo)
10- Fraude. (Círculo octavo)
11- Gigantes en torno al pozo.
12- Traición. (Círculo novena)

INFIERNO
Al entrar aquí, es notable la presencia de ríos, ríos de pena, de odios, de llamas o de lágrimas.
Estos ríos llevan, traen y confluyen en el lago helado del olvido.
Personalmente comprendo que lo relatado en cada círculo es lo que espeja el alma al penetrar
estos ríos, aunque sea sólo con un dedo.
Las imágenes mitológicas, como recurso simbólico, son por demás elocuentes, no son personas.


1- Proemio general del Infierno

— ¿Aprovechaste el día ayer, leyendo el canto primero de la Divina Comedia?
— ¡Si!—Contestó. — Pero vengo con una duda. No entiendo por qué el Dante visita el infierno sólo con el alma y sin embargo, ve con ojos y siente todas las emociones que el ojo le produce.
—Porque es algo alegórico—. Aclaró.
— ¡Ah!— respondió sorprendido.
— ¿Qué parte te gustó más?
—Cuando habla de la "agonía de la avaricia"—. Contestó.
— ¿Cómo es eso?— preguntó.
—Parece que el Dante encuentra en su camino a una loba (símbolo de la avaricia) y se turba de miedo, entonces… aparece Virgilio que es sombra y lo ayuda explicándole que use la Razón, que se abstenga de ser atrapado por la codicia, fuente inagotable de ansiedad., "más


 hambre tiene cuanto más harto está" (99) y de ahí su agonía.
— ¡Es verdad! Recuerdo el pasaje que dice (108): "Perseguirá doquier sin intervalo esa bestia feroz hasta el infierno, que de la envidia fue el engendro malo".
— ¿Crees tú que desde niño sucede eso?
—Lo he visto en el Jardín de Infantes—. Dijo. Poner sobre la mesa ricas galletitas, pero querer la del compañerito.
— ¡Cuánta verdad!

2-Vestíbulo

Habiendo conocido la ferocidad con que la avaricia  persigue, en la senda me detengo.
¿Por qué lo hago? Es que  la avaricia está al acecho, la avaricia tiene el poder de quebrar mi Fortaleza, la de mi  alma.   Sólo si tengo el ánimo grande, si me preparo para ese combate, tendré miedo… pero lo superaré, sufriré y resistiré; si hago cálculos tacaños y egoístas me desanimaré, pero si tengo buen oído y escucho desde el fondo de mi corazón la


palabra ¡Ánimo! ¡Ánimo! conservaré mi serenidad y los cálculos estarán sí y sólo sí en función de la Verdad y no para mi provecho.
Pasa el Caronte gritando en su barcaza:
 — ¡Guay... maldita gente! “Esperan mi paso y no esperaron el de Dios en su momento, no pusieron en "Dios" la confianza y ahora el temor lo convierten en ansia fuerte.
Le daré rienda suelta al valor. Hoy abriré la puerta y Dios cenará conmigo, podré cruzar la puerta del infierno, veré y podré pedir con Fe "Que no me alcance la miseria ajena, ni me queme la ardiente llamarada". Es una Promesa.

(Reflexión del canto segundo y tercero del infierno)

3- Limbo (Círculo Primero del Infierno)

Al llegar Dante en compañía de Virgilio al Limbo (lugar que al morir, llegan niños, mujeres y hombres sin bautizar, pero todos, todos, llenos de virtudes) Virgilio,


que es sombra que acompaña, le aclara a su amigo:
 —Yo pertenecía a este lugar y por eso conozco a todos—. Y además, agregó— todos ellos  tienen fama bien adquirida en la tierra.
Yo aclararía primero que la "Fama", tal como la ve Dante Alighieri y yo también, es el reconocimiento de muchos hacia una persona cargada de “virtudes”  que van desde la Prudencia, la Fortaleza, la Inteligencia, la Sabiduría, la Templanza, la Justicia, la Ciencia, y de conocimientos tales como la Gramática, la Retórica, la Elocuencia, la Aritmética, La Astronomía, la Geometría, la Música, mezclado todo o casi todo, en la personalidad de estos seres que yo, los voy a nombrar copiándome del libro de la Divina Comedia.
No me puedo imaginar estos nombres sin “virtudes”, pues ellos no hubieran trascendido en la historia de la humanidad.
En el "Castillo de la Fama" se hallaban: ¡Homero, Horacio, Ovidio, Lucano, Cornelia, Lucrecia, Platón, Sócrates, Demócrito, Diógenes


Anaxágoras, Tales, Euclides, Séneca, Hipócrates,  Tales, Empédocles, Galeno, Dioscórides, Héctor, Eneas, Camila, rey Latino, Lavinia, Orfeo…! Allí estuvieron también  Abel, Noé, Moisés, Isaac, Abraham, Jacob, Raquel, David, estos últimos fueron rescatados por Jesús, el hijo de Dios cuando subió a los cielos.
Angustia por la pena, es la palabra que define el semblante de Virgilio al pasar por allí. Es terrible y pesaroso imaginar los ojos tardos de los espíritus o sombras del Limbo. El mejor consejo que dejó Virgilio allí a su amigo Dante fue:
— ¡Aquí es mejor callar!— Y continuaron su camino.

4- Lujuria (Círculo Segundo)

Jugó el instinto un juego peligroso y en aquel lugar del infierno pagan sus culpas los amantes.
El examinador de las faltas, representante de la justicia divina, Minos, transformado en rey del averno, en demonio, en monstruo, asalta con su cola de serpiente y


sus sonidos emocionales. También brama, bufa, resopla y en su resoplido las almas de los lujuriosos van y vienen torpemente por la borrasca y no saben dónde van.
Así, la espaciosa puerta que los condujo a la perdición, hoy no les permite salir y en manos del más poderosos, de los mortales, anhelan la justificación del amor guiado por el instinto de la Ley natural.
Estos propietarios del amor, atribulados en el silencio, suspiran delirantes mezclados en el aliento hecho tormenta del rey Minos.
Dante se desmaya y… ¿Quién no?


5- Gula  (Círculo Tercero)
Por la intensa lluvia fría
el portero del infierno
acostumbrado a mirar
los ojos de la gente,
ha resguardado la puerta
con tres llaves en vez de una.


Se apiñan en la puerta
los golosos del edificio.
Quieren salir por panes y por torta.
Mas el fiel custodio no consiente
en dejar pasar tanta gente
y así su furia más se enciende.

Tres llaves son muchas
para quitarle al Cerbero.
Así se llama el portero
de este lugar macerado
con agua, con nieve, con barro, con frío.
Aquí están los golosos
y más abajo los impíos.

Con abstinencia absoluta
este perro los castiga.
Ladra, ladra todo el día
hasta que un ángel llame,
y cese en la porfía.

6-Avaricia y Prodigalidad (Círculo Cuarto)

Con máscaras de barro y humo
se hamacan enfrentados pródigos y avaros
sin soltar las manos de sólidas cadenas.
Con pecho, cabeza y piernas empujan,
mientras sordos oídos hacen humo.
"¿Por qué mal das? ¿Por qué mal tienes?"
Gritan las bocas oscuras.
No hay ojos que no calculen.
Es la tristeza que mira hacia atrás
y aprieta fuerte los eslabones.
Cortinas de humo esconden los nombres
mientras cerca unta Pluto los dedos,
primero en la venenosa laguna
y luego en la fortuna.

7- Ira  (Círculo Quinto)

Esquivando las fantasmales voces
la escuálida canoa avanza veloz.
Vivencia aterradora arroja y retuerce,
cuando la furia no tiene piedad.

La puerta que abre nuestros miedos,
¿Quién la abrirá?
¿La abrirá quizás, la ira, por mucho orgullo
 sin la piedad que abona la memoria?


La duda entierra los pies agotando.
A la salida, el remero se dirige.
Una luz de esperanza enciende la Fe.
Los insensatos… ¿Cuándo recapacitarán?

Quién a Dios tiene, a nada le teme,
aunque la barca parezca zozobrar.
Que la cólera no te sorprenda...
porque ésa, ¡sí!…, te hará naufragar.

.
8-Herejía (Círculo Sexto)

El muro más bajo y más oscuro,
se cruza al conjuro de turbias ondas
dislocando de la Fe las estructuras.

Los modos de hablar cuentan tus secretos
que la mente retuerce y delira,
negando "La Ley" que todo lo calcula.
Hay un solo padre, una sola madre,
también hay un solo bautismo.
¿Quién puede dudar de esto?


Elegir morar en la “Casa de Dios”
es mejor que andar por ahí dudando
como huérfana semilla fuera del surco.

Juicios abiertos esperan en mausoleos,
son almas que otros, de herejes juzgaron.
Páginas y páginas llenan los europeos.  (recuerde el lector que el libro fue escrito entre 1304- 1321)

La vida es un viaje de luces y sombras
y..., cuando el ojo alumbra certeramente,
guía la Fe con ánimo valiente.

9-Violencia (Círculo Séptimo)

Vuelve "la mente" al primitivo caos
cuando de minotauro se disfraza
con cuerpo de hombre y cabeza de toro.
¿Qué hace cuando del laberinto sale?
Entonces brama y sobre ruinas gira.
Escombro y escoria es la violencia.
Sólo se sale del despeñadero
sobre las ancas de un centauro.
¿Y si lleva a un sendero sin salida?


Se pondrá un disfraz de árbol desolado
y un rumor de arpías en sus ramas secas,
todo mancharán con sus mustios pesares.
¿Se quita el disfraz y desnudo sigue?
¡Sí! Camina desafiante y altanero
con sólo una antorcha en la mano
y mirando hacia arriba a Dios desafía,
resbalando su talón desnudo
en arroyos de llamas y tragedias.
¿Dónde va la mente así confundida?

Reculando, aturdida y flagelada
bajo la áspera lluvia de la pena
pagará sus instintos peligrosos.
Es la violencia lugar sin salida
que en el río de fuego se castiga.

10- Fraude  (Círculo Octavo)

Con cara de hombre justo y sincero
se arrastra cautivo en estercolero.
Brillantes colores tiene su cuerpo
no tiene pies, sí ponzoñosa cola.
Cuando éste pasa apesta y desuela.
¡No le oigas!, pues bien te engaña
y luego, el hedor nunca te lo quitas.
Son estos rufianes gente maldita,
lo mismo sucede y en versión finita,
quien baja muy bajo en grave apostasía.
Fraudulentos sería el nombre propio
de quienes sobre sus nalgas lloran
y de sus culos hacen trompetas.
Cuando "La Realidad" mira adelante,
fingen y nunca sienten, los medrosos.

 11- Los gigantes en torno al pozo

Fuerza y Violencia perecieron juntas,
y sepultadas hasta la cintura,
construyen la torre de la impiedad.
Suplicando con ruegos o amarradas
sólo discordias en sus bocas vierten.
Por eso en la torre nadie se entiende.
Para esos gigantes un foso bien hondo,
ancho, oscuro y si es posible bien frío.


12-Traición  (Círculo Noveno)
Espigando los libros amontono
relatos de engaños y perfidias.
Encuentro uno por demás vehemente
que Esquilo relata claramente.

Ni la tierra ni el infierno perdona,
entre hijos de dragón, la alevosía.
“Comienzo del destino” es la cizaña
que apela razones en gran montaña.

Llora Melpómene y entristecida
canta a la falta de lealtad.
Mareada la mente y abandonada
no opondrá la popa para escapar.

Soportará ahora el derrotero
quien una traición ha recibido,
levantará la frente y en la aurora
verá dominante el color azul.

Y quien de pasiones vive chivando
peor condena está viviendo,
ocultando en su alma impía
un frío dolor y eterna soledad.






SEGUNDA PARTE: EL PURGATORIO
Índice
1-   Proemio del Purgatorio.
2-   Rebeldía. (Ante purgatorio)
3-   Negligentes. (Ante purgatorio - Subida al rellano)  Pecados Capitales:
4-   Soberbia. (Aro primero).
5-   Envidia. (Aro segundo).
6-   Ira. (Aro tercero).
7-   Pereza. (Aro cuarto).
8-   Avaricia - Prodigalidad. (Aro quinto).
9-   Gula. (Aro sexto).
10- Lujuria. (Aro séptimo).
-11- Paraíso terrestre. 

 PURGATORIO

A partir de aquí, hay una sentencia firme para continuar:

“VUELVE ATRÁS QUIEN VUELVE LA MIRADA”

Estamos ahora en el purgatorio que alegóricamente es representado como una montaña, difícil de escalar en algunos lugares, no hay más ríos ni de penas, ni de odios, ni de llamas, ni lagos helados. Esta montaña ubicada solitaria en una isla está rodeada de mar y de cielo, sólo al final aparecerá un rio. Sería una forma de apreciar la Fe, el observar la humildad con que se dejarán guiar para escalar esta montaña, ya por seres superiores, ya por la experiencia de otros. Aquí preste atención el lector de La Divina Comedia cómo aparecen los Ángeles de Dios, y no deje tampoco de recordar que desde este estadio alegórico (montaña) el “Cielo”, al igual que el mar, siempre estarán a la vista del Dante, de Virgilio, mía y también suya amigo lector.

1-Proemio del Purgatorio

Dejando atrás al oscuro Hades
para la conquista de la Libertad,
por sendero recto y sin perder el tiempo
se izan las velas de la voluntad.

Ceñido con humilde junco
el peregrino por solitario desierto va.
con itinerario de penitencia,
afronta el nuevo clima espiritual.

Si al infierno lo cuida el Cerbero,
Catón el joven, al purgatorio guarda.
Loca aflicción tocan su puerta  las almas
si han descifrado a la “Cruz del Sur”.

Cuatro virtudes Cardinales (Prudencia, Justicia, Fortaleza, Templanza)
dan fuerza a la Libertad.
El río de la pena ya no te llama,
Distraerse sería sustentar el error.


2-  Rebeldía (Ante purgatorio)
Cuando la Fe siendo abrigo
única propiedad del alma,
eso sólo va guiando
sin miedo y sin tardanza.

Y el alma sin ese poncho
de su atolladero no sale,
es como estar en un Valle
sin calor, sin providencia.

No deja por eso de ser ameno
cuando con cantos procura
pedir con lágrimas y soltura
verdadera Fe, con sincero acento.

Y a la puerta llama contrita
como golpeándose al pecho,
haciendo crujir la llave
de este rebelde cerrojo.

Convergen en esa llave,
siete combinaciones metálicas.
Soberbia, gula, pereza, ira,
también lujuria, también envidia.


Acongojada el alma y arrepentida
con conciencia de su pasado,
la humildad abrirá la brecha
cerrada por una terca rebeldía.

3- Negligentes  (Ante purgatorio)

Sólo el ojo propio mira hacia adentro,
nadie más puede hacerlo aunque quiera.
Y, sola, sola el alma le pone alas
de bonanza, contra el descuido propio.

Muchas veces en su empedernido vuelo
de una sola vez, todas las facetas mira,
y es tan grande su espaciosa vida
que se vuelve entonces negligente.

Purgando su falta de voluntad
encoge el cuerpo y se adormece,
en una larga noche de insomnio..
¡Anímate y respira, alma medrosa!

"Que el hombre, que entre ideas se debate,
trepida y su potencia debilita
perdiendo el objetivo del combate".


Ve leones en la plaza que no hay,
disfrazados de feos mirmeleones (*).
Excusas no le faltan, al ominoso.
(*)hormigas grandes.

4- Soberbia (Aro Primero)

Por un sendero solitario e incierto
viaja el recuerdo a pasados hechos.
Se inclina la testa hasta la rodilla
al mirar la soberbia así de frente.

Desprecio y descortesía habitan
en la triste mente muy ocupada
y es tal la altivez así arraigada,
que párpados no cierra ni de noche.

Espíritu y alma al pensar sufren
el peso de la arrogancia vivida
y tocando con la frente el suelo
con humildad, ambas se retractan.

"Es el rumor mundano un soplo leve"
y en un instante la verdad nos mueve
a ayudar al triste que en desconsuelo
un día la vida nos puso de frente.

5- Envidia  (Aro Segundo)
Es la envidia del alma un mal acierto
lo lícito y honesto desear de otro.
Mejor un cilicio y tapar los ojos,
que perder el cielo por desacierto.

Si crece, entonces venenosa hiedra
irá invadiendo todos los recodos
con murmuración, detracción y odio,
transformando al alma en dura piedra.

El envidioso/a tiene un conflicto,
combate y angustia tiene su alma,
la realidad no la acepta en calma
a este insensato/a lo mata el enojo.

Látigos de Amor tiene Dios amigo
para sentimientos tan fatales.
Huye dolida la pálida envidia,
es Caridad su fatal enemiga.



6- Ira  (Aro Tercero)

¡Es tan fácil enojarse y desviarse
por humillación, ruina o injuria!
¡Es tan fácil entrar en loca furia,
olvidar la calma y extraviarse¡

Huyen del arco iris los colores
cuando no llueve virtud y cortesía.
Semillas naturales de alegría
ahumadas por odiosos dolores.

"Por efímeros bienes seducida"
la mente se engaña y se pierde,
la Esperanza es siempre más verde
si canta a Dios y no se da por vencida.

7- La Pereza (Aro Cuarto)

Deshilacha virtud el perezoso
seducido por cosas pasajeras,
no sólo deshilacha, sino corta
y no logra hilar sus ambiciones.

La pereza duerme entre algodones
y aunque la llames más de tres veces


nunca está lista, siempre algo le falta
sólo consigue sumar, desconfianza.

La despiertan los cantos de sirenas.
Sin ganas pregunta de dónde vienen
y antes de que termine el día, renuncia,
le faltan las fuerzas y se desanima.

¿Correrá un día Doña Pereza?
¿Detrás de quien buscará consuelo?
¿Habrá alguien que la escuche?
Es estrella fugaz y sin destellos.

Purgan los perezosos su gran fracaso
llorando sobre la tierra y boca abajo.
La mira esperando, la altruista voluntad
¡Dios quiera que un día despierte ya!


8- Avaricia  (Aro Quinto)

Plancha y plancha billetes cada hora
y si alguien pregunta:—¿Para qué plancha?
Seguro contestará: —Me encanta—.
y embelesado así, moriría ahora.


La avaricia a nadie nunca ayuda
ni tampoco gasta, ni se atreve a usar.
No recibe nada para nada dar
tiene su riqueza y no la sabe usar.

Vive apretada y atada siempre está,
de pies y de manos, así morirá.
Pobre avaricia envuelta en su propia red,
no sabe los nudos cómo deshacer.

8- Prodigalidad (Aro Quinto)

Se inclina el alma como la balanza
cuando el derroche el platillo vacía.
¿Cuál será la causa de su desvarío?
¿Acaso su alma pide alabanza?

Por agradar a otros en demasía da
y aumenta la dádiva día a día.
No lleva el control ni tiene custodia,
olvidó muy de a poco su sobriedad.

Por desinterés, largueza, derroche,
sin nada pronto en la vía se vio
y su desamparo, en trampa trocó.
No hay a quién señalar con reproches.


Lo mejor es dar a la gente buena,
así lo creo y yo bien lo intuyo.
Que cada cual ande en lo suyo,
una consulta a Dios ¡Da vida plena!


9- Gula  (Aro Sexto)

Nadie sabe frenar el apetito.
¡Digan cómo! Tengo mi añoranza.
Siglos y siglos buscando templanza,
esa virtud de pocos y exquisitos.

Sentado frente a la mesa suntuosa
fragua Daniel, el profeta, su hambre.
Elige el festín de agua y legumbre
antes que manjares apetitosos.

Es la gula una carreta muy pesada
que se atraca en cualquier foso,
quitarle la carga es muy penoso
no está pesada, está hinchada.

Y..., así hinchada con gran templanza
rompe el cántaro y no teme al hambre,
baja la ansiedad de su boca grande
y en su mano cabe… Lo que en su panza.


10- Lujuria (Aro Séptimo)

Mata la lujuria mil y una veces
cuando el desenfreno a pasión llama.
Lúcida embriaguez quema y clama
por estallar en deleites con creces.

Vieja y eterna la lujuria invita
como hechicera a seguir gozando,
no importa cómo ni con quién ni cuándo,
anhela impudicia con sodomía.

Lujuria tiene grandes enemigas,
cuando Castidad es amenazada.
Diana y Minerva cuando cansadas
son severas crueles y vengativas.

Frente a frente están Lujuria y Pureza
y dándose la espalda se alejan
cuándo la muerte a una, en llamas aqueja
y a la otra la acrisola con certeza.


11- Paraíso Terrestre


Paraíso terrestre son los ojos mansos
que susurran virtudes y flotando quedan,
se derrite el alma si está congelada
ante el dulce aura, de mirar melodioso.
Un rumor de fuego el corazón siente,
es la nueva vida, es la eterna primavera,
es el jardín soñado del alma.

Sacude una suave brisa interior
los árboles allí plantados,
y con mirada profunda se ve....
la entrada, vestida de flores rojas, (Caridad)
alrededor, todo es verde Esperanza
y en frondosas copas, flores blancas. (Fe)

Hay fiesta en el jardín
y cuando brilla la mirada.
Invita una mesa desplegada
sobre cuatro virtudes cardinales. (Justicia, Templanza, Fortaleza, Prudencia)


El paraíso terrestre tiene un arroyo,
un arroyo necesario;

Sus aguas son el olvido
de todos los desaciertos pasados.

TERCERA PARTE: EL PARAÍSO

Índice
1- Proemio del paraíso.
2- Fortaleza.  (Primer cielo o de la luna).
3- Justicia  (Segundo cielo o de Mercurio).
4- Templanza.  (Tercer cielo o de Venus).
5- Fatigas de la Pobreza   (Cuarto cielo o del Sol).
6- Fe  (Quinto cielo o de Marte)
7- Esperanza  (Sexto cielo o de Júpiter).
8- La Caridad es paciente.  (Séptimo cielo o de Saturno).
9- Fe - Esperanza - Caridad.  (Octavo cielo o Estelar).
10- Ángeles de Dios  (Noveno círculo o Cristalino).
11- Dulzura de Dios.



PARAÍSO
 Al entrar aquí, una suavidad nos despega de la montaña. El viaje alegórico hacia las siete moradas celestiales de la Luna, de Mercurio, de Venus, de Júpiter, de Saturno, muestra el magnetismo del cielo y su dueño con las almas humanas.
 Aquí todo está virtuosamente dónde y cómo debe ser.
 Un encuentro del ser con la “mística dama” y su cristalino amor.

1- Proemio del Paraíso

Coronando heroica acción,
el aromático laurel engalana
el día y la noche exacta
que empieza la primavera.

El equinoccio en el alma se da
por disposición interior absoluta.
El otro tiempo exacto lo da,
el amor de Dios dominante.

Y así, en constante expansión,
el fuego es Fe, es símbolo supremo,
eleva el espíritu hasta el cielo.
Ilumina, atempera, enciende la primavera.

Aquí la fuerza es poco y nada,
si no te prestan las alas para vivir la experiencia
de traspasar la conciencia al hogar mas querido.
Allí la gloria es de Dios solamente
y su lumbrera… es el Cordero.


2-  Fortaleza  (Primer Cielo o de la Luna)

Desplegando brazos al cielo veo
una luz peregrina que enciende
su bondad sobre la luna y tiende
brillos y manchas para que yo la vea.

Conforme a la bondad de la mirada,
se eclipsa el resplandor o lo aumenta
si se mira sólo las formas y atenta,
a no ver la gran bondad desplegada.

Bondad que viste de blanco brillante.
¿Será siempre redonda, o me engaña?
¿Qué sombra la pone tan extraña 
sin perder el valor de su diamante?.

Es la sombra de la encrucijada
que te saca un momento del recinto
para adentrarte en el laberinto
de haber jurado con torpeza vana.

 Mejor es meditar un juramento
que en su entramado esconde
duras fibras que no siempre responden
y se quiebran en un momento.


Y…, con infatigable Fortaleza
venciendo deseos y ataduras,
mirando al “Amor de los Amores”,
en fidelidad, se goza la vida.


3- Justicia (Segundo Cielo o de Mercurio)

Afrontando la vida que nos toca
y convencida de que el signo ampara,
“bajo” el ala que flamea insigne
guerras, batallas y trabajos di.

Y endulzada de honor y de fama
cautivada de tanto  esplendor,
he podido engañarlos a todos
pero ni a mí, ni a Dios no.

Cuando al mirar calculo y mido
el infinito sufrir en una Cruz:
¿De qué puede uno jactarse,
si la bondad sólo viene de Dios?

Porque al querer tener brillo propio
es uno Mercurio al lado del sol.
Amanece uno dos veces


por querer brillar más y mejor.

Y “sobre” el ala que flamea insigne,
la Divina Bondad alienta seguro
a pagar con Bienaventuranzas:
¡Las deudas de la injusticias¡


4- Templanza  (Tercer Cielo o de Venus)

Atraviesa la carne el dulce goce
cuando el temor al alma abandona.
No sólo el placer invita y abona
también codicia, el temor desconoce.

Y así belleza, vigor y riquezas
al alma corrompen y condenan.
¡Muchos hijos! lloran esa gran pena
y así lo bueno, es a veces flaqueza.

Venus en el firmamento resplandece
como hermoso "Lucero del alba".
Canta la aurora, festeja su salva,
de su belleza se enorgullece.

Y así belleza tiene una verdad.
Es "la armonía y el justo orden
que nace en el interior del hombre
conquistando abundante tranquilidad".

Y esa tranquilidad es goce y brillo
cuando templando y sosegando el ánimo,
hay control, hay alma sobria,
hay modestia y también sincera pureza.


5- Fatigas de la Pobreza (Cuarto Cielo o del Sol)

Secreto de amor que resplandece
luciendo más bello que el arco iris
del “Hermano Sol” y la “Hermana Luna”
es el “Amor a la Pobreza”.

Plasmado como fuerte sello,
predican “Entregados al Señor”.
Sin nada en la mano nos demuestran:
“Confianza en el Señor”.

Aquí en la tierra el sol es vida.
Luz perfecta de la creación.
Poncho del pobre, canto a la vida.
Luz aritmética del creador.


Y  en las fatigas de la pobreza
de las cosas indispensables,
se vuelve Virtud esta penitencia
si se alienta la Esperanza con firmeza.

Y este secreto de ardientes luces
no equivoca jamás el punto norte.
Quien tenga buen ojo y mire el cielo
verá en su corazón la misma cosa.


6-  Fe (Quinto Cielo o de Marte)

Con esfuerzo y valor nada temen
navegar con la Fe desplegada
en aguas del bautismo,
los audaces Guerreros de las Cruzadas.

Y en fragantes notas de  dulces armonías
cantan para Dios los mártires santos,
encendidos de amor e inspirados cada día
al Padre celestial, al Espíritu, al Mesías.

La Fe es un “Depósito Sagrado”
que aumenta con la confianza.
Dolores, pesares y acechanzas
ni la tocan ni la alcanzan.

Y lo andado por mí retorna vergonzoso
ante semejante valor desplegado.
Se sonrojan cual Marte mis mejillas
mudando a bondad toda esa locura.

Y…, como espejo que enciende el fuego
mi corazón de Fe está encendido.
Y… Aunque se apague, no importa el frío
mi vida y mi alma no son más mías.

7- Esperanza (Sexto Cielo o de Júpiter)
En el entramado cielo nocturno,
con alas desplegadas y brillantes,
viajan sobre el águila esplendente,
las almas de los sabios y los justos.

Equilibrio, equidad, rigor mantiene
en su vuelo de victoria absoluta.
La Esperanza, del alma un atributo,
sustenta y jamás, una duda sostiene.

Y apeteciendo sólo lo que es justo
con moderación, dignidad, decoro,
traza su rumbo de esmeralda y oro
y aún así…, no alcanza y parece injusto.


8- La Caridad es paciente

Los gemidos del tiempo presente,
tiempo de espera y paciencia,
rompen  la virtud que es  potencia
si en nuestra vida, está Dios ausente.

Si la Paciencia todo lo alcanza
bastan siete peticiones loables
dichas todas con Fe inquebrantable
al Padrenuestro, lleno de bonanza.

Y así, templando y templando las ansias,
soportando los males y desdichas
ligada a la Paciencia que es dicha
madura la mente en su estancia.

¡Hostias de alabanza!
¡Hostias de Amor!
Por quienes regalan en todo tiempo,
“Paciencia” en nombre del Señor.



9- Tres estrella fijas: Fe, Esperanza y Caridad.

 La Fe

La "Fe" es una palabra
pequeña
como el "si" o como el "no".
Corre ligera como el río, con firmeza y seguridad.
Jamás niega su potencia
de dar vida y esperanza y...
Al final de la vida alcanza
una gota de agua ó
un caudaloso río.
La "Fe" tiene un sonido
es un canto, un arrullo de fidelidad,
de armonía.
Y en su andar... ,brilla,
se espeja...
Es sello, es tesoro
de esmeralda todo lo tiñe
y de caridad anda vertida.


La Esperanza

Al amparo de la Esperanza
ahuyentando el desaliento,
es yelmo de guerrero
la Calma y la Paciencia.

Y en esas raíces benignas
anclan el alma la Esperanza
¡Los incontables bienaventurados
encendidos de Luz Divina¡

¡OH Patria! De amor resplandeciente,
de esmeraldas revestidas,
de filigranas verdor.
Tallando estoy la Esperanza
como afanado escultor.

La Caridad

Escudriñando secretas verdades
y animando al alma a revelarse
donde ansía y ambiciona
edificar el templo de la Caridad.


Edificar sobre el bien actuar
con cortesía y paciencia, mientras...
satisfecho de hecho en la Verdad,
espera, cree, tolera todo lo demás.

Como se dispersan las hojas del árbol
o se confunden las lenguas al hablar,
¡Así! Dios confunde y dispersa
a quienes no practican la Caridad.


10- Ángeles de Dios

Extasiados de Amor imperturbable
frente al templo de la Esencia Divina
con voz de río caudaloso, cantan
quienes más saben, quienes más aman.
Y la "Verdad"
que la Luz y el Amor confinan,
para mí está vedada
como vedado está el desterrado
que no acierta a amar
en lugar y tiempo determinado.
Mas como el salmista digo: "¡OH, Señor!
En TI tengo mi esperanza…
 no quede yo confundida".
Y…, aquí y ahora… Tu Amor me alcance.
Tres por tres órdenes angelicales
ó una Beatriz del Dante:
¡Desande el camino,
ahuyente mi cobardía!
para mirar sin cristales:
Lo que la Luz y el Amor confina.


11- Dulzura de Dios


La fuerza de la "dulzura"
fruto de la caridad constante
para el propio bien y de otras almas
como río de luz:... ilumina y atempera.

Y este conocimiento me anima
a agradecer a Dios tanta dulzura,
a María virgen, mujeres y hombres santos
que como gotas luminosas del mismo río
enarbolan su amor y alegría constantes.
Reverencio sus significativas voces
y la bella música de sus enamorados cantos
reservados sólo para Dios ¡Soberano y Alto!.


Y aquí yo me detengo un instante
para aclamar mi admiración al Dante
que iluminó mis horas, alentó mi espíritu
"inclinó mi vista a la fluvial hoguera"
que invita a virtud, a elevarse tanto.

Y por Fe y respeto a los Profetas mayores,
a Dignísimas mujeres, a Patriarcas, a Apóstoles
y a las nueve jerarquías Celestiales de ángeles
que Dios Padre a Dios hijo regalara y …al Espíritu Santo..
sus resplandores....por la noche
yo,....en las estrellas, a todos veo.













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MADRE TERESA DE CALCUTA

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