NOCHEBUENA
HAY QUE REZAR, HAY QUE REZAR...la voz del niño clamaba con la fuerza del convencimiento. Hallé entonces en mi alma, un alma gemela... reza conmigo niño...y así , un niño y una anciana con las manos orando en un rincon sencillo donde nos cobijaba la piedra desnuda de la original casa, yo pregunté: -¿Qué rezamos? y me respondió: - Un PADRENUESTRO. Misión cumplida, el niño corrió a buscar su regalo entre las luces de colores y yo contemplé una vez mas el espectáculo mas intenso del año: La noche de Navidad.
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