Electra, lamento y ambición

!Quiere matar a la madre!, !Si! La joven Electra está decidida, hay en ella una soledad aterradora, tanto es así, que quien la ve, se compadece.

Las madres siempre han protegido a sus hijos, pero Clitemestra, la madre de Electra no fue capaz de elaborar ese instinto, en ella había otro instinto similar al de su hermana la bella Helena de Troya.

En la casa de los Atridas (hijos de Atreo), ambos hermanos, Menelao y Agamenon,  eligieron por esposas dos hermanas fatalmente hermosas ambas y una de ellas de gran crueldad.   Electra no es como su madre y su tia, pero algo hereda. Electra  tiene ambición, inteligencia,  reconocimiento a las batallas que libro su padre en Troya  y  lo suyo propio, que es el lamento.

Lamento y ambición, estrategias que unidas conforman el final deseado por ella, ocupar el "lugar de la madre", luchando en un ambiente que no le es propio, pero, con la libertad de elegir como llegar a ese "lugar", sin mordimientos.

!Electra, quiere matar a la madre! No es éste un sentimiento común, ni tampoco que un hermano ayude a matar a la madre....ni que un coro se digne a cantar ese lamento, sí y sólo sí, la inteligencia manipula a su gusto la conciencia de otros, como lo hizo ella con sus lamentaciones.

Electra no ha hecho nada, sin embargo, es la heroína  que devolverá a su casa, la casa de los Atridas, cierto orden a cambio de una gran trágica soledad.