lo primero que hicieron, se quedaron sin cabeza,
la cabeza rodó, y el espíritu del vino, salió,
de a poco, en cada invitado entró, y cuerpo tomó,
se veía enseguida, en las mejillas el color,
los dientes como perlas, hacían su aparición,
las palabras entonaban, festejos y admiración,
¡Es que el espíritu de vino, destila lo mejor!,
el vino es vida, si se toma con moderación,
mas al final emanó la ambrosía,
alfa y omega de champagne,
brillan los ojos de todos, es el abrazo final.
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