Agua y Cristo, dadores de vida.

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domingo, 6 de marzo de 2011

El lobizón

...La barcaza estaba semihundida a la orilla del canal Villarino. Hacía mucho tiempo de eso, pues se mostraban gastadas las maderas y  muchas rotas, aunque estaba intacta la estructura; también se veía el pequeño timón  de metal y la puerta abierta a golpes y mucha oscuridad dentro a pesar del sol.Todo el que pasaba, se detenía a mirar y sacaba conclusiones sobre reflotarla pero, ninguno de los que opinaba era capaz monetariamente de hacerlo. El barquito con su encantador techo, parecía escuchar e ilusionarse que alguien fuera su nuevo dueño y le amara, le pusiera barniz y así poder remontarse de nuevo hacia el río Paraná.
Mientras yo escuchaba esos comentarios, sentada sobre el césped con la espalda apoyada en un pino, tres bicicletas pequeñas, merodeaban a mi alrededor, tres niños bronceados, sanos y libres, hacían planes y me incluyeron en su charla, saqué torta de mi canasto y enseguida bajaron de sus bicis y cada cual mostraba su felicidad.
-El es mi cuña, dijo.
-¡Pero pibe! Si no tenés edad, contesté yo....A ver... contame una historia.
-Contale del bizbizbiz....
-¿Qué es eso?....cuenten, cuenten...
-Es que yo vi cuando el lobizón mató a la chica.
-¡HAY, MI DIOS! Exclamé.
-Iba en bici cuando vi al lobizón peludo, con los ojos rojos, golpear a la chica contra el frontón, haciendo un ruido, como hacen las pelotas de tenis;
 ....Largué la bici y corrí muy rápido hacia mi casa.... esa noche no dormí.
-Es una historia muy fea, parece inventada, insinué.
¡Es verdad! La policia estaba al otro dia en el lugar.
¿Sabe usted que el lobizón es el séptimo hijo varón y que la séptima hija mujer es bruja? me explicó el jovencito.
-Son habladurías de viejas.
-No, yo lo vi.
-Mira muchachito, lo mejor es usar la inteligencia, si hubo una muerte, no fue el lobizón, fue alguien disfrazado, con nombre y apellido.
-En realidad es cierto, la policía dice que se llama Jorge.
-¿Te das cuenta?
-Y¿Quién me saca el susto, señora?
-O tú enloqueces viendo cosas en todas partes o tú te mudas.
-Y ¿A dónde voy?... tengo once años.
-Debes hacer la mudanza en tu cabeza, escribes en un papel lo que te molesta, lo frotas en el pelo y luego se  lo entregas a tu amigo el río y él se lo lleva como una mudanza mientras lo deshace en el camino y tú le dices ¡¡Chau!!para siempre.
Los niños enseguida, encontraron una nueva idea llena de alegría, mostrarme el cachorro recién nacido de su perra Carosito y luego, irse a pescar. Pero… primero el pibe se sacó las ojotas, entró al río en patas, y todos lo miramos como recogía una boya naranja y blanca que entre los juncos, próxima a la barcaza, el río le traía de regalo la boyita a ese encantador  muchacho, la ató a la bici como un trofeo y con un cálido saludo, se despidió.

¡Por favor! Que alguien me diga: ¿Qué son los niños de la ciudad?
¿Son acaso, adultos reprimidos?
Los niños verdaderos están llenos de sol, llenos de historias hermosas y algunas oscuras con misterio, andan en calles de tierra, y rien a carcajadas, mientras de cerca, alguien los mira sin que se den cuenta, no vaya a ser que ande un lobizón.

1 comentario:

  1. Hola Silvia!! No leí todos tus "blogs" pero con este, no podía sacarme de la cabeza lo que una vez dijo el P. Amorth (Exorcista General de Roma)"Cuando la fé disminuye, aumenta la superstición".

    Un beso enorme desde San José!

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MADRE TERESA DE CALCUTA

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